27.12.18

La lista mínima de novelas para recordar 2018

Después de la tesis vuelvo poco a poco al gusto de leer libros no académicos solo por el gusto de leerlos.
Tengo todavía muchos libros a medio comenzar, a medio terminar y a medio leer. No me sorprende porque siempre he sido un lector desordenado, distraído y multifacético, pero ese caos llegó a sus últimas consecuencias en éste año y probablemente el anterior. Es hora de tomar el ritmo con suavidad.

Voy a comenzar con el libro que más me ha ocupado recientemente:

1. La Epopeya de Gilgamesh.
La edición de Penguin, en inglés o la traducción muy buena en español. La versión es de Andrew George, el especialista vivo más importante del gran clásico mesopotamico. Para mis cursos uso la edición científica de Oxford, del mismo autor en dos tomos. Sorprendentemente el texto de Penguin, para todo público está muy bien armado, se lee fácil y con gusto.

Del siguiente se ha hablado tanto que por poco mi reticencia gana y no lo leo. Afortunadamente lo hice.

2. 2666 de Roberto Bolaño.
Es un libro extraño, de hecho como quizá ya lo sepan en realidad son varios libros que están relacionados casi de manera anecdótica, casi por coincidencia. Es el tipo de novela que te da reeferencias cultísimas en donde menos lo esperas y de la misma manera te suelta una receta de cocina. Todo mientras habla, digamos, de los asesinatos en Ciudad Juárez o de la Segunda Guerra Mundial. Te harta o te engancha. Te gusta o la tiras a la basura antes de pasar las primeras veinte o treinta páginas. En mi humilde opinión es de las pocas obras recientes que merecen ser consideradas Literatura, con mayúscula y con toda la polémica que pueda implicar. 

Éste es corto, simple y bien escrito. Me recordó el gusto por las historias bien narradas.

3. Ser felíz era esto, de Eduardo Sacheri.
Lo devoré en un par de días. Me trajo contento varios más.

A los siguientes dos los descubrí primero en Netflix (lo confieso) y me fui corriendo a leer los libros.

4. Pasado Perfecto, de Leonardo Padura. Me quedé clavado con la serie del cubano, ahora hasta que la termine o me aburra, cosa que dudo.

5.Misericordia, de Jussi Adler Olsen. Para ampliar la lista de autores de novela negra escandinava. También ya voy por el segundo de la serie.

9.7.18

Placas de París: 12, rue de l’Odéon


"En 1922, en esta casa, la Srita. Sylvia BEACH publicó "ULYSSES" de James JOYCE"
12, rue de l’Odéon, París. Lugar en el que se encontraba la Shakespeare & Company original y que nada tiene que ver con la librería que actualmente ostenta ese nombre.

6.7.18

Homo Sapienne, Niviaq Korneliussen


KORNELIUSSEN, Niviaq. Homo sapienne, trad. I. JORGENSEN, Chicoutimi, La Peuplade, 2017. 220p.
Nacionalidad: GL
Idioma original: kal / dan
Primera edición: 2014 Milik publishing, Greenland.

Una novela groenlandesa es sin lugar a dudas una tentación para alguien que gusta de explorar los rincones menos conocidos de la literatura mundial.
  Entre los aspectos positivos de la globalización -de los negativos tal vez hablemos un día- se encuentra la difusión de obras, en este caso una novela, provenientes de lugares alejados o de difícil acceso.
  Groenlandia es un lugar alejado geográficamente, y de relativo difícil acceso, incluso para canadienses e islandeses. La barrera lingüística es también un elemento de distanciamiento. Ésta obra fue escrita originalmente en Kalaallisut, o groenlandés occidental, que es el idioma oficial en aquél país*, aunque la autora misma lo tradujo al danés, lengua de uso administrativo en la isla.
    Enfin, que la novela primero se publicó en Groenlandia y después se interesaron por distribuirla en otros países. La versión que yo encontré es la traducción al francés, a partir del danés y cotejada con el groenlandés, de la editorial quebequesa La Peuplade, aunque el volumen está impreso en Francia. Como es de esperarse tiene una introducción y algunas notas mínimas del traductor.
  Hasta donde tengo entendido todavía no existe edición en castellano, pero es probable que aparezca un día de estos especialmente porque se ha promocionado como literatura de temática gay.

  La novela tiene cinco capítulos, cada uno corresponde a un personaje y lleva el nombre de una canción:
 1. Crimson & Clover, en la versión de Joan Jett and the Blackhearts.
 2. Home - Foo Fighters.
 3. Walk of Shame - Pink.
 4. Stay - Rihanna.
 5. What a day - Greg Laswell.

  El índice al final del libro incluye discografía e incluso la dirección de los videos en Youtube, por eso sabemos la versión precisa de Crimson & Clover o a cuál canción llamada "Home" o "Stay" es la referida. También cada capítulo incluye fragmentos, subtítulos o referencias a cada canción. El quinto capítulo menciona todas las canciones provenientes de la radio.
  Definitivamente es lo que yo llamaría una "novela con soundtrack". Ese detalle de meta o hyper textualidad siempre me ha gustado en los libros. Muchos lo tienen en mayor o menor medida, de manera más o menos explícita, pero pocos tan claramente incorporado y organizado.
  La estructura, el lenguaje y la temática reflejan una realidad sociocultural fácilmente identificable.

 La escritora nacida en 1990 proyecta su visión generacional de una parte de la sociedad groenlandesa.
   Aunque la temática homosexual está presente en toda la obra, sospecho que una buena parte de lo problemas de los personajes es en realidad común a la mayoría de los jóvenes groenlandeses, sin importar sus preferencias sexuales. Inuk, por ejemplo, hermano de Fia, huye a Dinamarca pues teme la reacción de la sociedad una vez que se ha difundido su relación con un miembro del parlamento. Si dejamos a un lado la razón inmediata, lo que en realidad parece mostrar es una cierta claustrofobia social, el querer salir de la isla que lo ahoga, lo limita, pero al mismo tiempo el sentimiento, una vez en Dinamarca, de no pertenecer a esa nueva sociedad que es el antiguo país colonial.

  Otro detalle muy evidente es el uso, casi exasperante para mi gusto, de expresiones y frases en inglés. La autora pone una y otra vez en "boca"de sus personajes palabras en inglés, no solo provenientes de las canciones, sino simplemente de sus pensamientos o diálogos. Quizá muestre una realidad lingüística entre los miembros de su generación. Claramente rompe culturalmente con el idioma colonial, que es el danés, pero también con su propia lengua, en un intento tal vez de abrirse al mundo, de salir de la isla.
 Un fenómeno parecido he notado entre los franceses, jóvenes y no tanto. Insertan indiscriminadamente frases o palabras en inglés, o peor aún, que parecen inglés pero que no lo son (y ellos no viven en una isla). Al mismo tiempo el dominio general de la lengua inglesa entre los franceses es terrible.
  No sé si sea el caso de los groenlandeses, y aunque la novela probablemente muestre usos de lenguaje cotidianos, tal abundancia no creo que aporte gran cosa al texto, al discurso o a la lengua, cualquiera que ella sea.
 Otro elemento interesante es la presencia de diálogos que imitan aquellos que ocurren a través de pantallas digitales, de teléfonos u ordenadores. La edición está bien cuidada y dichos intercambios están gráficamente diferenciados del resto del texto, incluso se utiliza una fuente diferente,** sin remates (sans serif).
  La suma de elementos, me hace pensar en llamarla "literatura para millenials", sin por ello agregar un tono positivo o negativo, simplemente es una novela con cuadros de mensajes digitales, hashtags en el texto, música en "hypertexto"***, y enfin, un libro en el cual se puede encontar en la misma página "Facebook", "Google" e "iPad".
 Dicho esto, también hay que decir que pese a su carácter novedoso y su temática particular, el estilo es algo descuidado, la estructura es simple pero un tanto caótica, y definitivamente la mezcla horrorosa de lenguas le quita carácter.
 La evaluación final generalmente la baso en una premisa sencilla: Leería (o no) otra novela del mismo autor. En este caso me lo pensaría dos veces aunque con curiosidad le daría una hojeada para ver si me tienta.
  
  
 



*Groenlandia es uno de los países que constituyen el Reino de Dinamarca.
** DIN Next Rounded.
*** Música toda ella estadounidense por cierto, lo cual demuestra que la globalización no es realmente un punto escencial de ésta obra.

8.5.18

Ser feliz era esto. E. Sacheri




SACHERI, Eduardo Ser feliz era esto, México, Alfaguara, 2014.


La primera novela que termino después de la endemoniada tesis.
No fue una de las tantas acumuladas en la montaña que se fueron quedando para después y que medio comencé a leer.
La encontré en Gandhi, en la Ciudad de México cuando buscaba La pregunta de sus ojos, ahora que Alfaguara la publicó, Ricardo Darín y Soledad Villamil en la portada, e incluso, no me había dado cuenta, le cambió el título, le puso el de la película "El secreto de sus ojos". Eso último no me gustó y me pareció bastante cara en comparación con la edición de bolsillo que ya tengo.
En fin que mejor me llevé Ser felíz era esto, y la metí en la maleta. Así fue a dar al estante de las novelas pendientes, o mejor dicho, de las comenzadas porque no las considero pendientes. Mis hábitos de lectura siempre han sido particulares, como imagino que son los de todos los que tienen por hábito leer, y el proceso simpre incluye libros a medio leer. Cuando pasa el tiempo los termino, los desecho o los reservo.
Pero volviendo a la novela que nos concierne, la tomé precisamente porque no la había comenzado y desde el principio me enganchó.
Al escritor argentino se le nota el oficio. Cuenta en apariencia una historia simple y lineal, pero va dejando claves de lectura por aquí y por allá que sostienen el texto en otro plano, que le agregan una cierta tensión.
Los capítulos son mínimos, a veces dos páginas, o poco más. Tiene argentinismos pero nada insuperable, pues una buena parte se explica por si solo, de hecho quedan bien con los personajes, que son esencialmente dos, una chica de catorce años la cual, aunque no cuenta directamente la historia es la más próxima al narrador y Lucas su padre, un escritor que le da un poco aire a Sacheri mismo.
Fresca, sencilla y bien escrita. Novelita de 245 páginas que se lee en un par de días y deja un buen sabor de boca. 


3.5.18

Librería Galignani, París

Librairie Galignani
224, rue de Rivoli
75001 Paris

Lu-Sa 10-19h.
+33 (0)1 42 60 76 07
www.galignani.fr
galignani@galignani.com

  Esta es la primera entrada sobre librerías en París.
  La ciudad tiene muchas pequeñas, magníficas librerías, especialmente del lado izquierdo del Sena.
  No son particularmente bonitas, cómodas o acojedoras. Algunas de hecho son estrechas, obscuras, huelen a humedad o a polvo.
  Como los cafés, las librerías y la pequeñas editoriales podrían ser un cliché parisino, pero sospecho que el origen hollywoodiense de muchos de estas imágenes estereotipadas de la ciudad dificilmente transmitiría la riqueza de esos pequeños establecimientos.
  Es comprensible, la mayoría de los libros están, naturalmente, en francés, y para apreciar el valor de las librerías especializadas (y de las editoriales) hay que entender el valor de la información impresa.
  Eso me lleva precisamente al siguiente punto de esta entrada: La especialización de dichos lugares también incluye las publicaciones en otros idiomas: Un día caminando por la calle de Monsieur-le-Prince me encontré una librería china que resultó ser también editorial. Más conocida es la Librería polaca de París en el No.123 del bulevar Saint Germain y como esa debe haber muchas otras cada una con sus historias.
Todo el mundo interesado por los libros, debe conocer las historias de obras como el Ulysses de Joyce que fue publicado en su totalidad por primera vez en Paris por Sylvia Beach, la misma que publicó el primero de Hemingway Three Stories and Ten Poems. 
  Su famosa librería Shakespeare & Company que se encontraba en la rue de l’Odéon, a la vuelta de la Sorbona, cerró sus puertas durante la ocupación alemana y nunca volvió a abrir. La librería que hoy lleva el mismo nombre, se encuentra en un lugar totalmente distinto y nada tiene que ver con la primera.
  Ahora bien, ésta entrada es sobre el establecimiento que ostenta el título de la librería de obras en inglés más antigua del continente. Familia de Libreros desde el siglo XVI, los Galignani, originarios de Venecia continúan siéndolo. Instalados en Paris desde 1801, el local actual abrió sus puertas en 1856.
  Además de los libros en inglés, tienen una sección más pequeña en francés y su sección de libros de arte es bien conocida desde la Segunda Guerra mundial cuando no podían obtener libros en lengua inglesa. Se puede consultar su historia sobre su sitio internet.
  Otra cosa que hay que decir es que al fondo hay un espacio relativamente amplio con sillones y en donde nadie los molestará si se sientan a hojear un volumen. Otra ventaja es que ahí detrás de la columna hay generalmente un empleado que puede ayudar si están buscando algo en particular.
  El personal es generalmente atento y la selección de libros es buena.
  Si no encuentran lo que buscan, a unos metros, también sobre la rue de Rivoli está la británica WHSmith que además abrió recientemente un salón de té en el primer piso.

  
 
 

26.4.18

Chatr (شاطر), Gueliz-Marrakesh

Chatr, depuis 1965
Librairie - Papeterie
شاطر    مكتبة وراقة
19-21, Av. Mohammed V
Gueliz-Marrakech

+212 5 24 44 7997

Librería relativamente bien surtida, especialmente de libros en francés, tiene una sección pequeña de libros en árabe. En la ciudad no hay calidad ni variedad. En la medina, es decir, la ciudad vieja, hay locales con libros en árabe pero tampoco parecen estar bien surtidos en obras generales. En Chatr encontré ediciones modernas de clásicos como Ibn Jaldún, las cuales eran claro, libanesas o sirias.
Para libros en inglés y francés está Virgin al interior del centro comercial Al-Mazar.

25.4.18

Books Upstairs, Dublin

Books Upstairs
17 D’Olier St.
Dublin 2
[A unos pasos del Trinity College]
+353 1 677 8566

Justo enfrente de la entrada principal del Trinity College descubrimos una pequeña librería con un entrepiso aún más reducido y dos personas extremadamente amables atendiendo. La selección de libros era excelente, como es de esperar de una librería cercana a una universidad destacada, entre otras cosas, por sus humanidades.
  En aquella ocasión me pareció una buena idea llevarme un ejemplar de Dubliners de James Joyce.
  Un par de años más tarde, en el 2016 visitamos la capital irlandesa para participar en los tradicionales festejos de Bloomsday. Aquel año coincidía con la conmemoración del centenario del levantamiento de Pascua lo cual generó una buena cantidad de libros para la ocasión.
  Quisimos ir a ver las novedades editoriales y con horror encontramos un mini supermercado en lugar de la librería.
  Afortunadamente descubrimos un día después que la librería, lejos de haber fenecido ante la voracidad inmobiliaria, se había mudado a la vuelta !a un edificio entero!
  Entramos para comprobar que se trataba de los mismos libreros gentiles que recibían y daban consejos en el No.36 de College Green.
    Con gran gusto descubrimos que efectivamente la librería había crecido y el mismo espíritu reinaba en el nuevo local. En uno de los pisos superiores hay incluso un espacio muy agradable para sentarse a beber té y galletas. Los lugares junto a la ventana son los mejores.
  En aquella ocasión compré Dark Lies the Island de Kevin Barry, pero desafortunadamente no tenían sellos de la librería.